El Papa Francisco se llevó consigo el polémico crucifijo de la hoz y el martillo que el presidente Evo Morales le obsequió cuando llegó a Bolivia. Así lo reveló el Sumo Pontífice en una conferencia de prensa en su viaje de retorno al Vaticano, luego de su gira por Sudamérica. El Pontífice dijo que no le causó molestia el obsequio que el mandatario boliviano le dio y, por el contrario, calificó "de arte de protesta" la obra hecha por el jesuita Luis Espinal antes de su muerte.
La revista impresa Oxígeno ingresó hace pocos días a su quinto año de trabajo continuo, informando con imparcialidad sobre el acontecer político, social, económico y empresarial, tanto nacional como internacional.
La salud del Cardenal Terrazas mejora paulatinamente. En los próximos días ya podría ser trasladado a su domicilio, informó su médico de cabecera, Herland Vaca Diez.
Xavier Albó, sacerdote jesuita y dueño del crucifijo "comunista" que Morales regaló a Francisco, opinó que debió preparárselo mejor al Papa y responsabilizó en parte a la oposición por la polémica que se generó.
“No doy más”, esas habrían sido las palabras del Sumo Pontífice a su llegada a Paraguay en el que se negó a visitar la cárcel de Buen Pastor, en Asunción.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, aseguró que el papa "está bien" después de que antes de la misa se ausentara durante algunos minutos deteniendo la procesión inicial de la eucaristía en el santuario de Caacupé, durante su visita a Paraguay.
Extrabajadores de la represa de Itaipú, que desde hace años reclaman compensaciones laborales, permanecen clavados en cruces con la esperanza de ser ayudados por Francisco en su paso por el país.
