Tras 8 años de la nacionalización de los hidrocarburos, la construcción de 2 plantas separadoras de líquidos: Río Grande y Gran Chaco; la instalación de la Planta de Licuefacción de Gas Natural Licuado (GNL, también en Río Grande), además del inicio de la construcción de la Planta de Amoniaco y Urea (fertilizantes, en Cochabamba) dan impulso a la industrialización del gas bajo la administración del Estado boliviano, con una inversión global que supera los 1.800 millones de dólares.