El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, reiteró que “por el momento” no es necesario pedir ayuda internacional para combatir el incendio sucedido en la Chiquitanía boliviana, que ya consumió más de 500 mil hectáreas de bosque principalmente en las regiones de Roboré y San Ignacio de Velasco.

No obstante, señaló que “no descarta la idea” debido a que “el curso del fuego y los vientos son impredecibles”.

En esa misma línea, el alcalde de la región de San Ignacio de Velasco, Moisés Salses, señaló que por el momento no es necesaria la ayuda internacional para sofocar el fuego en Roboré, pero, dijo, “si esto empeora el Gobierno está obligado a acudir a nivel internacional”.

Por otro lado, el Ministro de Defensa señaló que, hasta ahora, ya se logró controlar el 70% del incendio en Roboré y señaló que, por ahora, no hay riesgo inminente de que se propague a otras comunidades.

“No es necesario llamamiento de auxilio internacional pero no lo descartamos”, reiteró.

Informó, además, que en la zona de afectación se han identificado a cinco comunidades en riesgo: San Luis, Ituriquiña, Santiago, Chochis y Tiororoba y dónde se concentrará el combate del fuego, aunque, dijo que todavía no se ha definido si serán evacuadas.

Una situación alarmante

Verónica Ibarnegaray, de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), advirtió que la situación de los incendios forestales ya es alarmante en el país. Según expresó, durante el periodo del 2000 al 2013, la superficie quemada acumulada alcanza aproximadamente 32 millones de hectáreas en todo el país, siendo Santa Cruz y Beni los departamentos con mayor superficie afectada.

Durante 2016, un año de intensa sequía con récords de temperatura, se quemaron cerca de 3,5 millones de hectáreas de bosques y pampas en todo el país, registrando la mayor superficie afectada de los últimos cinco años.

En cambio, tan solo en 2017, se quemaron 3,6 millones de hectáreas (ha) en todo el país, un área equivalente a casi todo el departamento de Tarija

“La idea de una temporada de incendios peor a la de 2010 resulta alarmante, considerando que ese año el fuego arrasó más de 6 millones de hectáreas de bosques y pastizales en Bolivia, de las que casi la mitad ocurrieron en Santa Cruz. Actualmente los focos de calor reportados en ese departamento ya superan en casi 70% al récord de 2010 por estas fechas, según datos del Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Incendios Forestales de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN)”, alertó Ibarnegaray.