En comunicación con radio Panamericana, el ministro de Minería, César Navarro, informó que renunció a su cargo con "enorme dolor" y lamentó la violencia que se vive en el país, en especial en Potosí; Navarro informó que un grupo de personas atacó su casa en Potosí y la incendiaron, además tomaron a un sobrino suyo y lo golpearon hasta casi matarlo. También se denuncia el ataque y la quema de la casa que el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, tiene en la ciudad de Potosí.

La exautoridad llamó a la calma y lamentó los hechos de violencia; a pesar de que el presidente Morales abrió el camino de una salida pacífica a la crisis política que vive el país. 

"Una situación muy dramática, una violencia desbordada han atacado mi casa, mi sobrino está siendo detenido, amenazado de ser asesinado, presentó mi renuncia irrevocable al cargo de ministro, porque la violencia no puede llevarse vidas”, declaró en contacto con El Potosí.

La violencia en Potosí se exacerbo después de que se anunciará que un minero fuera asesinado por un disparo, en una emboscada de la caravana que se dirigía a La Paz; sin embargo, la noticia fue desmentida y oficialmente se sabe que hay tres heridos de bala. 

Los manifestantes atacaron viviendas de gente vinculada al Movimiento Al Socialismo (MAS), como la del concejal Desiderio Copa, y existen reportes no confirmados de ataques a algunas radioemisoras.

El periódico El Potosí denunció que los periodistas fueron intimidades cuando intentaban tomar imágenes de los ataques, intentaron quitarles sus equipos e incluso atacarlos; por lo que la Federación de Trabajadores de la Prensa de Potosí pidió a sus afiliados que se replieguen y dejen las calles ya que no existen garantías para el trabajo periodístico.

El presidente del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), Marco Antonio Pumari, desde La Paz, desconoció al presidente Morales, dijo que ya no es presidente de los potosinos, y lo responsabilizó por el ataque a la caravana que fue interceptada en la carretera a Oruro.