"Los títeres tienen un problema: la angurria de poder. En su afán de controlar los diferentes estamentos regionales, adoptan un discurso de odio y confrontación: Que, si no estás conmigo, sos traidor; que, si no estás conmigo, sos masista. Este tipo de actitudes están profundamente reñidas con un principio que dicen defender, la democracia”, afirmó el presidente del Comité Cívico pro Santa Cruz.