Tras la tercera y última sesión en la que Bolivia expuso sus alegatos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), Carlos Mesa calificó la labor del equipo jurídico boliviano de “consistente y jurídicamente impecable” que es fruto de 7 años de trabajo. Además, identificó los cinco alegatos en base a los que giró la demanda boliviana.

En un mensaje en su cuenta de Twitter, calificó la intervención de los abogados internacionales de “consistente y jurídicamente impecable” y resaltó los siete años de trabajo. Esta misma posición la expresó a la prensa después de la audiencia en La Haya.

“Estamos desde el 2011, van a ser 7 años consecutivos con un mismo equipo, con una misma lógica, con una misma propuesta, sin improvisaciones, con seriedad, con equipo nacional e internacional del más alto nivel que ha tenido la capacidad de llevar adelante argumentos sólidos y coherentes que, en mi opinión, le permiten esperar a Bolivia un fallo favorable de la Corte Internacional de Justicia”, manifestó.

Además, publicó en su blog un texto sobre los alegatos presentado hoy, señalando que el equipo boliviano no se limitó a “redondear la base de su argumentación, sino a rebatir el alegato de Chile y sus fundamentos”.

Mesa identificó 5 argumentos en los que se basa la demandan boliviana. El primero es que no hay un “eslabón perdido” que demuestre el compromiso de Chile, sino una “continuidad consistente en el tiempo” bilateral y multilateral; que los compromisos por parte de Chile han pasado por “todo abanico” desde promesas verbales hasta documentos que reflejan una negociación; que no se puede considerar a las resoluciones de la OEA como “documentos vacíos”; que el derecho internacional es el único camino para para la solución de diferendos y que Bolivia se apoya en principios de negociación bilateral y principios universales; y, por último, que “es la solidez de los argumentos de Bolivia la que establece la combinación de argumentos jurídicos que conducen a administrar un fallo en justicia”.

Señaló, además, que el acceso soberano al océano Pacífico no es una concesión de Chile, sino el pedido de una obligación. “Bolivia no dejó nunca de pedir siempre acceso soberano, el pedido de cumplir una obligación, no el de recibir una graciosa concesión”.