La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y su Relatoría Especial para la Libertad de Expresión sobre violencia contra periodistas y medios mexicanos, denunció que en los últimos años la situación de violencia contra periodistas, comunicadores y trabajadores de los medios ha aumentado.

La Comisión denunció que en lo que va del 2016, seis periodistas han sido asesinados en el continente americano. La Relatoría ha reiterado que “los Estados tienen la obligación de adoptar medidas para prevenir la violencia contra periodistas, trabajadores y trabajadoras de los medios de comunicación y proteger a quienes están expuestos a un riesgo especial por el ejercicio de sus derechos fundamentales”.

Las víctimas fueron periodistas que denunciaron o informaron sobre caos de corrupción administrativa en el ámbito local, narcotráfico, delincuencia organizada, y seguridad pública.

La CIDH reconoció que el Estado adoptó reformas constitucionales y legislativas, así como medidas para garantizar la seguridad de los periodistas y defensores de derechos humanos, pero que estos no son suficientes.

EL ÚLTIMO CASO 

El periodista Nicolás Humberto García, de 23 años, trabajaba en la radio comunitaria Expressa “Voces al aire”, ubicada en la comunidad El Jícaro, en Tacuba, departamento de Ahuachapán, El Salvador. 

Fue asesinado por supuestos pandilleros el pasado 10 de marzo por la noche, según Serafín Valencia, presidente de la APES (Asociación de Periodistas El Salvador), el asesinato ocurrió por el trabajo al que se dedicaba el joven, pues en su espacio radiofónico producía un programa de prevención de la violencia y le daba espacio a la Policía Comunitaria para que brindara sus recomendaciones a la juventud.

Además, el joven se habría rehusado a integrarse a la pandilla que opera en el sector donde trabajaba . 

CIDH

La CIDH condenó el asesinato del periodista Nicolás Humberto García, e “instó a las autoridades a actuar de manera pronta y oportuna para investigar el crimen e identificar y sancionar a los responsables, tanto materiales como intelectuales”.

Para la Relatoría “es fundamental que el Estado esclarezca a la mayor brevedad posible la causa de este crimen y exhorta a las autoridades para que investigue de manera exhaustiva la hipótesis según la cual el crimen habría podido estar asociado con el ejercicio de la profesión del periodista”