El texto, que contó con el apoyo de alrededor de 60 países, instaba a Rusia el "cese inmediato del uso de la fuerza" y a que "abstenga de cualquier amenaza ilegal o use la fuerza contra un Estado miembro de la ONU".
"Hemos recibido informes de al menos 127 víctimas civiles; esto incluye 25 muertos y 102 heridos en Ucrania, causados por bombardeos y ataques aéreos (…) es muy probable que sea una subestimación", dijo Ravina Shamdasani, la portavoz de la Oficina de Derechos Humanos.
El discurso tuvo lugar después de que la Presidencia de Rusia mostrara este viernes su disposición a enviar una delegación de alto nivel a la capital de Bielorrusia, Minsk, para mantener conversaciones con Ucrania, un día después del inicio de la ofensiva e invasión a tierras ucranianas.
El Pontífice canceló todas sus audiencias y se reunió durante 30 minutos con el embajador Alexander Avdeev. Ayer había pedido que se evite “la locura” de la guerra
"Estamos dispuestos a negociar. Siempre y cuando los militares ucranianos respondan al llamamiento de nuestro presidente (Vladímir Putin), cesen la resistencia y depongan las armas", dijo el jefe de la diplomacia rusa. El primer día del ataque de Rusia contra el país se ha saldado con la muerte de 137 ucranianos y 316 heridos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció este jueves una "operación militar especial" en la región del Donbás, en el este de Ucrania, lo que marca el inicio de una guerra entre ambas naciones.
“Al anunciar que las regiones ucranianas que Rusia ha reconocido como independientes van más allá de las áreas controladas por los separatistas, el presidente ruso Vladimir Putin está desarrollando justificaciones para ir mucho más lejos”, dijo el Presidente de EEUU.