El profesor Escalante decía siempre que para triunfar en la vida se requieren “ganas” o sea coraje, o sea con “huevos”. Soria lo entendió y dijo al final de la conferencia de prensa el viernes pasado, luego del empate contra México, que los bolivianos teníamos que “ser valientes”. Bajo un atardecer rojo, las graderías amarillas y el verde del estadio Elías Figueroa de Valparaíso, Bolivia jugó uno de sus mejores partidos, al menos durante el primer tiempo, ya que el segundo bien pudo titularse “las 50 sombras de Soria”.